jueves, 12 de junio de 2008

Bienvenidos

Y la luz se encendió, y del mismo barro comenzaron a surgir formas. De una parte, poco a poco, fue formándose una mano, correspondida por otra en el otro extremo. Pedazos de tierra se unieron para dar solidez a una cabeza que poco a poco parecía zambullirse en la realidad. Las manos no tardaron en apoyarse en el suelo para coger impulso, formando, por su empuje, un duro torso. La figura pudo respirar al fin. Sin embargo, aún necesitaba andar. Y, burbujeando, del mismo charco surgieron sus piernas. Ya endurecido notó que le faltaba algo, y con lo poco que quedaba, hizo unas palabras: Barro, luz, extremo, tierra, manos, impulso, torso, respirar, burbujeando, algo y muchas más. Y así, sólo tuvo que dejar que el aire se las llevara y que, por su propia fuerza, él las pusiera en su lugar, formando un texto parecido a este, diciendo más o menos lo mismo un hombre más o menos como yo.



Esto no es una generación literaria. Bienvenidos a la DeGeneración.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esperando a que nos sorprendas como ingenioso alfarero de las palabras. Veamos como moldeas esas palabras de barro, Degenerado.
Un saludo ^^.